Suelo someterme a exámenes de sangre (ya lo saben, verdad?) cada 4 o 6 meses - dependiendo de las circunstancias - y en dos sitios diferentes.
Allí, en esos lugares, me suelen justamente atender casi siempre las mismas 2 enfermeras (casualidad? causalidad?).
Muy rara vez es otra la profesional de la salud que me toca en suerte.
Y me reconocen, ellas que deben ver cientos de caras diferentes a diario, me reconocen...
Expresar con palabras la calidez de esas dos señoras, resulta ciertamente imposible, porque no se puede cuantificar.
A veces pienso... Cuánto ganarán por mes? Sin embargo, ahí están, preguntándome cómo estoy, deseándome "Felices Fiestas" cuando - como ahora - volverán a verme pasada la Navidad y el Fin de Año, si es que la vida nos hace un guiño (porque nunca sabemos, verdad?).
Las saludo con un apretón de manos al llegar, con un beso al partir.
Y a veces pienso....Y digo, "Habría que llevar a los chicos del colegio a observarlas trabajar. Es más, habría que llevar a las personas en general a que las vieran, a que se percaten de con qué poco esas mujeres son capaces de hacerte salir de esos fríos lugares, con la primera sonrisa del día". Y cuánto aprenderían esas personas! Cuánto aprenderían si las vieran, si se detuvieran por un segundo a observarlas!
Esas mujeres, esas mujeres merecen mi profunda admiración, la que se ganan en tan sólo 5' de su tiempo.
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