viernes, enero 22, 2016

Bowie, Por Siempre Jamás!!!

"Estoy en el cielo. Tengo cicatrices que no se pueden ver. Un drama que no puede ser robado. Todo el mundo me conoce ahora...
(Voy a ser libre como el pájaro azul)"

Look up here, I'm in heaven
I've got scars that can't be seen
I've got drama, can't be stolen
Everybody knows me now

Look up here, man, I'm in danger
I've got nothing left to lose
I'm so high it makes my brain whirl
Dropped my cell phone down below
Ain't that just like me?

By the time I got to New York
I was living like a king
Then I used up all my money
I was looking for your ass
This way or no way

You know, I'll be free
Just like that bluebird
Now ain't that just like me?
Oh I'll be free
Just like that bluebird
Oh I'll be free
Ain't that just like me?

Eterno, Inmensamente Eterno!
Por Siempre Jamás!




martes, enero 19, 2016

Edgar Allan Poe (19 de enero de 1809, Boston, Massachusetts, Estados Unidos - 7 de octubre de 1849, Baltimore, Maryland, Estados Unidos.)


Happy Birthday, 
Father of Everything!

"The Raven" (1845)

Una vez, al filo de una lúgubre media noche, 
mientras débil y cansado, en tristes reflexiones embebido, 
inclinado sobre un viejo y raro libro de olvidada ciencia, 
cabeceando, casi dormido, 
oyóse de súbito un leve golpe, 
como si suavemente tocaran, 
tocaran a la puerta de mi cuarto. 
"Es -dije musitando- un visitante 
tocando quedo a la puerta de mi cuarto. 
Eso es todo, y nada más."
¡Ah! aquel lúcido recuerdo 
de un gélido diciembre; 
espectros de brasas moribundas 
reflejadas en el suelo; 
angustia del deseo del nuevo día; 
en vano encareciendo a mis libros 
dieran tregua a mi dolor. 
Dolor por la pérdida de Leonora, la única, 
virgen radiante, Leonora por los ángeles llamada. 
Aquí ya sin nombre, para siempre.

Y el crujir triste, vago, escalofriante 
de la seda de las cortinas rojas 
llenábame de fantásticos terrores 
jamás antes sentidos. Y ahora aquí, en pie, 
acallando el latido de mi corazón, 
vuelvo a repetir: 
"Es un visitante a la puerta de mi cuarto 
queriendo entrar. Algún visitante 
que a deshora a mi cuarto quiere entrar. 
Eso es todo, y nada más."

Ahora, mi ánimo cobraba bríos, 
y ya sin titubeos: 
"Señor -dije- o señora, en verdad vuestro perdón imploro, 
mas el caso es que, adormilado 
cuando vinisteis a tocar quedamente, 
tan quedo vinisteis a llamar, 
a llamar a la puerta de mi cuarto, 
que apenas pude creer que os oía." 
Y entonces abrí de par en par la puerta: 
Oscuridad, y nada más.

Escrutando hondo en aquella negrura 
permanecí largo rato, atónito, temeroso, 
dudando, soñando sueños que ningún mortal 
se haya atrevido jamás a soñar. 
Mas en el silencio insondable la quietud callaba, 
y la única palabra ahí proferida 
era el balbuceo de un nombre: "¿Leonora?" 
Lo pronuncié en un susurro, y el eco 
lo devolvió en un murmullo: "¡Leonora!" 
Apenas esto fue, y nada más.

Vuelto a mi cuarto, mi alma toda, 
toda mi alma abrasándose dentro de mí, 
no tardé en oír de nuevo tocar con mayor fuerza. 
"Ciertamente -me dije-, ciertamente 
algo sucede en la reja de mi ventana. 
Dejad, pues, que vea lo que sucede allí, 
y así penetrar pueda en el misterio. 
Dejad que a mi corazón llegue un momento el silencio, 
y así penetrar pueda en el misterio." 
¡Es el viento, y nada más!

De un golpe abrí la puerta, 
y con suave batir de alas, entró 
un majestuoso cuervo 
de los santos días idos. 
Sin asomos de reverencia, 
ni un instante quedo; 
y con aires de gran señor o de gran dama 
fue a posarse en el busto de Palas, 
sobre el dintel de mi puerta. 
Posado, inmóvil, y nada más.

Entonces, este pájaro de ébano 
cambió mis tristes fantasías en una sonrisa 
con el grave y severo decoro 
del aspecto de que se revestía. 
"Aun con tu cresta cercenada y mocha -le dije-. 
no serás un cobarde. 
hórrido cuervo vetusto y amenazador. 
Evadido de la ribera nocturna. 
¡Dime cuál es tu nombre en la ribera de la Noche Plutónica!" 
Y el Cuervo dijo: "Nunca más."

Cuánto me asombró que pájaro tan desgarbado 
pudiera hablar tan claramente; 
aunque poco significaba su respuesta. 
Poco pertinente era. Pues no podemos 
sino concordar en que ningún ser humano 
ha sido antes bendecido con la visión de un pájaro 
posado sobre el dintel de su puerta, 
pájaro o bestia, posado en el busto esculpido 
de Palas en el dintel de su puerta 
con semejante nombre: "Nunca más."

Mas el Cuervo, posado solitario en el sereno busto. 
las palabras pronunció, como virtiendo 
su alma sólo en esas palabras. 
Nada más dijo entonces; 
no movió ni una pluma. 
Y entonces yo me dije, apenas murmurando: 
"Otros amigos se han ido antes; 
mañana él también me dejará, 
como me abandonaron mis esperanzas." 
Y entonces dijo el pájaro: "Nunca más."

Sobrecogido al romper el silencio 
tan idóneas palabras, 
"sin duda -pensé-, sin duda lo que dice 
es todo lo que sabe, su solo repertorio, aprendido 
de un amo infortunado a quien desastre impío 
persiguió, acosó sin dar tregua 
hasta que su cantinela sólo tuvo un sentido, 
hasta que las endechas de su esperanza 
llevaron sólo esa carga melancólica 
de "Nunca, nunca más."

Mas el Cuervo arrancó todavía 
de mis tristes fantasías una sonrisa; 
acerqué un mullido asiento 
frente al pájaro, el busto y la puerta; 
y entonces, hundiéndome en el terciopelo, 
empecé a enlazar una fantasía con otra, 
pensando en lo que este ominoso pájaro de antaño, 
lo que este torvo, desgarbado, hórrido, 
flaco y ominoso pájaro de antaño 
quería decir graznando: "Nunca más,"

En esto cavilaba, sentado, sin pronunciar palabra, 
frente al ave cuyos ojos, como-tizones encendidos, 
quemaban hasta el fondo de mi pecho. 
Esto y más, sentado, adivinaba, 
con la cabeza reclinada 
en el aterciopelado forro del cojín 
acariciado por la luz de la lámpara; 
en el forro de terciopelo violeta 
acariciado por la luz de la lámpara 
¡que ella no oprimiría, ¡ay!, nunca más!

Entonces me pareció que el aire 
se tornaba más denso, perfumado 
por invisible incensario mecido por serafines 
cuyas pisadas tintineaban en el piso alfombrado. 
"¡Miserable -dije-, tu Dios te ha concedido, 
por estos ángeles te ha otorgado una tregua, 
tregua de nepente de tus recuerdos de Leonora! 
¡Apura, oh, apura este dulce nepente 
y olvida a tu ausente Leonora!" 
Y el Cuervo dijo: "Nunca más."

"¡Profeta! exclamé-, ¡cosa diabólica! 
¡Profeta, sí, seas pájaro o demonio 
enviado por el Tentador, o arrojado 
por la tempestad a este refugio desolado e impávido, 
a esta desértica tierra encantada, 
a este hogar hechizado por el horror! 
Profeta, dime, en verdad te lo imploro, 
¿hay, dime, hay bálsamo en Galaad? 
¡Dime, dime, te imploro!" 
Y el cuervo dijo: "Nunca más."

"¡Profeta! exclamé-, ¡cosa diabólica! 
¡Profeta, sí, seas pájaro o demonio! 
¡Por ese cielo que se curva sobre nuestras cabezas, 
ese Dios que adoramos tú y yo, 
dile a esta alma abrumada de penas si en el remoto Edén 
tendrá en sus brazos a una santa doncella 
llamada por los ángeles Leonora, 
tendrá en sus brazos a una rara y radiante virgen 
llamada por los ángeles Leonora!" 
Y el cuervo dijo: "Nunca más."

"¡Sea esa palabra nuestra señal de partida 
pájaro o espíritu maligno! -le grité presuntuoso. 
¡Vuelve a la tempestad, a la ribera de la Noche Plutónica. 
No dejes pluma negra alguna, prenda de la mentira 
que profirió tu espíritu! 
Deja mi soledad intacta. 
Abandona el busto del dintel de mi puerta. 
Aparta tu pico de mi corazón 
y tu figura del dintel de mi puerta. 
Y el Cuervo dijo: Nunca más."

Y el Cuervo nunca emprendió el vuelo. 
Aún sigue posado, aún sigue posado 
en el pálido busto de Palas. 
en el dintel de la puerta de mi cuarto. 
Y sus ojos tienen la apariencia 
de los de un demonio que está soñando. 
Y la luz de la lámpara que sobre él se derrama 
tiende en el suelo su sombra. Y mi alma, 
del fondo de esa sombra que flota sobre el suelo, 
no podrá liberarse. ¡Nunca más!



Inocencia encerrada en una espiral ardiente / 
Clemencia le piden al Dios del hogar, le piden piedad / 
Hasta el mismo Sol da vueltas impaciente / 
La rutina caracol lo destruye lentamente / 
Amuchadas sin tocarse, cual moneda en alcancía / 
Van soñando con matarse en un burdel de almas vacías / 
Almas vacías...



jueves, enero 14, 2016

Querida, pensalo un poco… Pensalo un poco…(Parte II?)

El título no es caprichoso, sí arbitrario (como casi todo en este mundo?).
Así comienza “Prisión Emocional”, tema de Fricción (1986).

Y aplica, siempre aplica.

No soy de darle demasiada importancia a esas cuestiones de los signos, aunque – por cierto – aplica, a veces aplica.

Y casualmente (causalmente? siempre me gustó jugar con esa dualidad y contraposición de estos dos términos), leía en una página dedicada al zodíaco, el “Horóscopo Semanal” y este concepto:

“A veces, son las formas las que te fallan, no el contenido. De hecho, siempre has dicho que jamás te arrepientes de lo que dices, pero sí a veces, de cómo lo dices.”

Definitivamente, estoy fallando (y mucho) en las formas. Lo tengo claro. No son tiempos de mucha sabiduría, en ese sentido.

Y me arrebato. Después de mucho meditarlo, meto la cabeza en la guillotina. El resultado? Y…me la arrancan de un único, frío y certero corte.

Si hay algo que duele (y mucho duele) es que me digan que no soy lo que aparento. He hecho un culto de la transparencia y la frontalidad en mi vida. Por ende, duele, la puta si duele.

Pero así las cosas.

No fueron las formas correctas, lo sé. Otro debió ser el  proceder, pero sigo creyendo que los motivos no estuvieron errados. Después de todo, la situación me desvelaba.

Aunque en rigor de verdad, debo reconocer que  el remedio ha sido peor que la enfermedad.

En el fondo, creo que esto se puede recomponer (sino, ya me hubieras desterrado definitiva y completamente sin miramiento alguno). Depende de mí? Tal vez. Muy probablemente sí, pero… La duda!

Así no puedo, más no doy. Sé que voy a tomar una decisión al respecto. No sé cuándo.

Después de todo, es completamente autoflagelante decirle a alguien “te extraño”, sabiendo que no puede ya leerte (como esto, que de seguro muy difícilmente alguien ha de leer).

Prisión Emocional…

miércoles, enero 13, 2016

Querida, pensalo un poco...Pensalo un poco...

PRISION EMOCIONAL
Querida... 
Pensálo un poco, 
pensálo un poco. 
A veces prefiero cambiar. 

Prisión emocional, 
me olvidé de los demás, 
esperando tanto, 
llevado por el ansia. 

Soy una sensación de vértigo, 
vacío bajo tus pies, 
vértigo. 
Soy una sensación de vacío. 

Vistazos a tu imagen, 
no siempre te satisfacen, 
pero nunca me pueden lastimar. 

Prisión emocional, 
y no saber a donde vas, 
quedarse quieto y seguir pensando es, 
casi una clase de clásica droga. 

Soy una sensación de vértigo, 
vacío bajo tus pies, 
vértigo. 
Soy una sensación de vacío. 

Querida... 
Querida... 
Querida... 
Pensálo un poco... 
Pensálo un poco... 
Querida...

martes, enero 12, 2016

As The World Falls Down.

Hay un amor tan triste 
Profundamente en tus ojos. 
Una especie de pálida joya 
Abierto y cerrado 
Dentro de tus ojos. 
Colocaré el cielo 
Dentro de tus ojos. 

Hay un corazón tan engañado 
Latiendo tan rápidamente 
En busca de nuevos sueños. 
Un amor que ha de durar 
Dentro de tu corazón.
Colocaré la luna 
Dentro de tu corazón. 

Como los barridos a través del dolor, 
No tiene ningún sentido para ti. 
Se va cada emoción. 
No había demasiada diversión en todo, 
Pero estaré allí para ti 
Como el mundo se derrumba. 

Cae. 
Cae en amor. 

Te pintaré las mañanas del oro. 
Te haré girar las tardes de Valentín. 
Aunque somos extranjeros hasta ahora, 
estamos eligiendo la trayectoria 
Entre las estrellas. 
Dejaré mi amor 
Entre las estrellas. 

Como los barridos a través del dolor, 
No tiene ningún sentido para ti. 
Se va cada emoción. 
No había demasiada diversión en todo, 
Pero estaré allí para ti 
Como el mundo se derrumba. 

Cae 
Como el mundo se derrumba. 
Cae
Como el mundo se derrumba. 
Cae. 
Cae. 
Cae. 
Cae en amor 
Como el mundo se derrumba. 
Cae. 
Cae. 
Cae. 
Cae. 
cae en amor 
Como el mundo se derrumba. 
No tiene ningún sentido en todo. 
No tiene ningún sentido de caer. 
cae 
Como el mundo se derrumba. 
Cae. 
cae en amor 
Como el mundo se derrumba. 
Cae. 
cae 
cae en amor 
Como el mundo se derrumba.

Si alguna vez oíste y/o leíste algo más sublime que esto, avisame:
Prometo desaparecer de la faz la tierra en ese preciso instante.


David Bowie, el más grande entre los grandes.


Adiós al hombre que cambió al mundo.

Se fue el artista mayor de la historia del rock. Así de simple, así de contundente, así de doloroso. Ningún otro logró por sí solo la dimensión única, inalcanzable, de este hombre que cayó a la Tierra con el poder de transformar a varias generaciones gracias a las canciones, a su imagen en permanente metamorfosis, a su mirada siempre vanguardista, a su facilidad para construir donde no había más que desierto. La influencia de David Bowie no es sólo una cuestión musical: todo su ser está metido en la cultura popular para siempre. Es imposible imaginar cómo sería el mundo si él no hubiese existido. El uso de lo audiovisual como herramienta revolucionaria, la moda como forma de expresión, las semillas de la creación plantadas en millones de personas, la potencia de un mensaje liberador, los cruces de géneros y subgéneros con una naturalidad pasmosa, la forma de asumir el estrellato pop sin dejar de ser un artista de culto… Y el rock, claro. EL ROCK.

Tomemos 1977. No es un año elegido al azar, obviamente, pero tampoco es el único en la carrera de Bowie con un impacto tan enorme. En sólo 12 meses, no sólo ayudó a su amigo Iggy Pop a darle forma (como productor y co compositor) a sus primeros pasos como solista, con los notables The Idiot y Lust for Life, sino que publicó dos discos cruciales para todo lo que vino después: Low y Heroes. En Berlín, en medio de una tonelada de cocaína que provocó que luego no recordara nada sobre esos días, Bowie tomó la intrincada y monolítica influencia del krautrock, la moldeó con la ayuda de Brian Eno y la convirtió en música para las masas. No son sus discos más populares, claro, pero sí de los más influyentes. (Entre muchos otros artistas, Daniel Melero y Richard Coleman, respectivamente, los citan como sus preferidos de todos los tiempos; ahora pensemos qué hubiera sido del rock argentino de los 80 a esta parte sin la apertura mental que generaron Low y Heroes.)

Glam rock. Otro término que no existía hasta que Bowie dejó de ser David y se convirtió en Ziggy por un rato. El período de androginia marciana del artista, entre 1972 y 1973, revolucionó las formas de una sociedad pacata: las propias madres no podían distinguir si esos rebeldes eran chicos o chicas. Pero los jóvenes entendieron todo. Las puertas de la imaginación se habían abierto: no había límites de género, sexo o raza (humana o extraterrestre) que se interpusieran entre esos seres de miradas frescas que convirtieron a Ziggy Stardust en su paradigma. El propio Bowie confesó que le costó distinguir personaje de persona y le puso abruptamente fin a ese período poniéndose el traje de soulman.

Esos cambios de dirección musical y aspecto le ganaron a Bowie el mote de “camaleón del rock”, pero nada estaba más alejado de la realidad. El benemérito animalito se mimetiza con lo que tiene de fondo para pasar inadvertido y cazar a sus presas; el artista se ponía en evidencia frente a una sociedad reprimida y la empujaba hacia adelante. En primer lugar, con su música, en la que tomaba elementos de su propia formación (revisar Pin Ups e ir a los originales es un buen modo de notarlo) y hacía su alquimia. Pero también lo hizo poniéndose un vestido para la portada de The Man Who Sold the World, con su vida de pareja abierta con Angie, cada vez que simulaba hacerle sexo oral a la guitarra de Mick Ronson, cuando hablaba contra el racismo… Sí, tuvo períodos de confusión artística y personal -su adicción a la cocaína influyó mucho en eso-, pero incluso esos pasos en falso cimentaban el siguiente avance.

El cambio más extraño de Bowie fue cuando se convirtió en artista de estadios. Las bases eran sólidas, porque Let’s Dance fue un disco brillante que cruzaba elementos disparatados -la guitarra blusera de Steve Ray Vaughn con la producción funky de Nile Rodgers- y los llevaba a la pista de baile de los 80. Los videos de “Modern Love” y “China Girl” inauguraron una nueva dimensión en la comunicación audiovisual de la música. Y el impacto fue enorme, con giras interminables y discos que decayeron en nivel (el desparejo Tonight y el horrible Never Let Me Down). Más se agrandaba el escenario del tour, peores eran las canciones. Fueron los 80, les pasó a todos los grandes, pero era raro que le sucediera a él, al héroe de otro planeta, al ser de los dos ojos de distinto color que había alimentado el arte como nadie.

Tal vez haya sido el primer indicio de que Bowie era falible y (¡herejía!) humano. Después de reacomodar las piezas, el cantante volvió en buena forma en los 90, aunque ya no estaba un paso adelantado al resto. De hecho, parecía llegar siempre a tiempo para, desde las alturas inconmensurables de su obra pasada, darle el visto bueno a cada artista que destrabara nuevas puertas, desde Pixies hasta Nine Inch Nails. Siempre lo animaba el viejo espíritu: tomar dos elementos que aparentemente no fueran bien juntos y hacerlos funcionar. Lo hizo con el hard rock y el jungle en Earthling, por ejemplo, pero el contexto era diferente. Hasta su retiro después de un aneurisma, sus discos fueron interesantes y disfrutables, ya sin ese filo que cortaba a la sociedad para inocularle el virus del cambio.

Su inesperado regreso con The Next Day y el flamante Blackstar -acaso su testamento- alimentaron desde el silencio del artista las leyendas sobre sus días fuera de las cámaras y las luces. Pero el mito estaba construido desde que la comunicación falló entre el Control de Tierra y el Mayor Tom. La muerte de David Bowie deja un sentimiento de orfandad tan terrible como irreparable. Su arte, en cambio, siempre será el refugio donde encontrar inspiración para cada día.

Sí, fue magia.

Fuente: David Bowie, el más grande entre los grandes
Por Roque Casciero

Podría haber dicho muchas cosas propias, pero este artículo resume lo que muchos (sino todos) pensamos de Bowie.
Como dije hoy en mi Facebook, "Se ha ido el Último HEROE en este lío".

A mi modo de ver, ‪‎Bowie‬ es a la Música, lo que ‎Poe‬ a la Literatura: ‪
"‎El Padre De Todas Las Cosas".‬