martes, marzo 25, 2014

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Ella parece sospechar, parece descubrir...

miércoles, marzo 12, 2014

Título? Ninguno. Sólo ciertas ganas de expresarme...

Cuando era adolescente - y quizás un poco más -, si me preguntaban por el prototipo de mujer que me gustaba tener a mi lado, no hubiera dudado ni un instante en responder que la deseaba linda - muy linda (más de lo que mis expectativas pudieran cubrir) -, inteligente por demás y buena. 
Algunas con esas características han pasado por mi vida, aunque a riesgo de ser sinceros debo decir que o no fui lo suficientemente maduro para mantenerlas a mi lado o, por el contrario, han dejado traslucir rasgos de inmadurez e inseguridad ellas mismas, que han llevado a que las cosas finalmente no funcionaran.
Ah, también me gustaban complejas (demasiado) y eso terminó siendo siempre un problema de solución improbable. 
Mujer compleja = mujer insegura = mujer ciclotímica = mujer que no sabe lo que quiere. Todo en un mismo combo, demasiado para ser resuelto.
Hoy por hoy, tal vez no busco esa “excelencia”, por así decirlo (comprendiendo   que muy lejos he estado siempre de ofrecer ese adjetivo de mi parte). 
Sí me gustan lindas. Eso es un defecto. Pero uno no elige lo que le gusta. Te agrada leer un buen libro y no podes fumarte 500 páginas de uno que no te satisfaga. Si disfrutas de las buenas películas, difícilmente goces con una que no lo es. Y así, miles de analogías. 
Desafortunadas? Claro que sí, pero al menos no utilicé el término “comida” que para quienes no me conocen en esencia, podría resultarles aún más chocante.   

Pero me he vuelto cada vez más solitario. Y no sufro por ello. Por el contrario. Mis tiempos son mis tiempos y cuando tengo ganas de comer, dormir o cagar, lo hago. Y no jodo a nadie. 
Si me quiero levantar a las 3 de la mañana a encender un cigarrillo un día sábado y ver que hay en la televisión lo hago. Si terminé de comer y quiero lavar los platos, adelante. Y sino, mañana veremos, Richard. Y si no tengo ganas de ducharme el sábado ni el domingo, también lo hago. Qué joder! (hará falta aclarar que no soy un tipo sucio? ….. Je).
Bueno, así las cosas. Ya voy camino a 45. Poca gente me los da, pero esto es como las brujas: no existen pero que las hay, las hay.
Me pregunto en ocasiones cómo es que llegué hasta aquí. A veces me parece que me quedé en treinta y largos.
Me han gustado también (luego de los 28, 30, digamos), peligrosamente las mujeres más jóvenes. Y me resulta harto complejo imaginarme al lado de una mujer de mi edad. Suena a hijo de puta, lo sé, pero me sentiría como si estuviera con una tía en una situación así!
Sí reconozco, que no puedo tener diferencias etáreas tan grandes en una relación de pareja, como en el pasado (15, 20 años, es una bestialidad que ya no me permito).

Quizás ya no me interesan tan lindas (aunque sí me gusten de esa forma), acaso no pretenda tanta inteligencia (la bondad debe estar siempre, eso lo tengo claro), pero hoy más que nunca me veo lejos de una mujer que no comparta conmigo ciertas similitudes musicales, deportivas, culinarias, culturales y hasta diría “costumbristas“.
En definitiva, estoy bien conmigo mismo. Y como digo siempre (recurrentemente), no las extraño. Sólo extraño momentos, imágenes, postales vividas con ellas, cosa que es totalmente diferente.
Y sí Richard, ya lo reza el dicho “buey sólo bien se lame”.
Después de todo, mis miserias (todos las tenemos), me las como, las digiero y las cago solito sin joder a nadie. Y encima lo hago en mi propio inodoro.
Que más!

Sir Richardson, Marzo 2014.