Imposible no amarlos.
Enormes.
El primero el Gran Capitán, el símbolo de un equipo que emociona.
Porque ellos emocionan. Por lo que transmiten, por lo que dan en cada ocasión en que visten la camiseta de la Selección Argentina.
Uno el jugador récord de Fiba Américas (presencias, cantidad de puntos anotados, múltiple MPV de sus torneos).
El otro, un acompañante de lujo que lo dignifica. Alguien con quien - como se suele decir - irías a una guerra (mi jugador "fetiche").
Pocas veces en mi vida he sentido una identificación tan plena con un equipo y con dos de sus integrantes como me sucede con ellos.
Han sido - y son - parte de la historia grande del deporte de nuestro país.
Son ejemplos a seguir, dentro y fuera de una cancha de básquet.
Gracias por permitirme emocionarme con las cosas que hacen, gracias por la humildad que los caracteriza. Gracias por tantas lágrimas de alegría.
Yo a estos tipos...A éstos tipos los adoro!
Gracias Totales, Luifa y Chapu.
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