lunes, enero 19, 2015

Reflexión de un loco: Caso Nisman.

No tengo postura tomada. 
No soy ni K ni anti K. Nunca opino de política porque los políticos en el 90% de los casos me parecen patéticos y porque - también en el 90% de los casos - opinar de política y/o religión (a veces hasta de fútbol) trae aparejadas discusiones estériles que llevan a - en la mayoría de las ocasiones - enemistad entre las personas. 

El resultado? Nadie, o muy pocos, respetan la opinión del otro. Nadie comprende que dentro de un marco de respeto se pueden llegar a tener interpretaciones diversas de la realidad, porque cada uno tiene su propia visión, su propia concepción del mundo y de la vida. Ideología, que le dicen. 
La política como tal, es un instrumento genial. Porque bien utilizada (como debiera ser utilizada) y desarrollada es un elemento para mejorar la calidad de los seres humanos de una Nación que se precie de serlo.

Que se suicidó! Que lo indujeron al suicidio! Que lo mataron!...
Que se suicidó porque no podía mantener sus acusaciones. Que Interpol, que la Cía, que el Gobierno, que Irán, que lo que sea, lo único concreto es que el hecho, sea cuál fuera su origen, es de una gravedad institucional extrema.
Al menos yo, no recuerdo algo similar en este bendito país en mis casi 46 años de existencia.

Y como siempre, en el medio de la lamentable pérdida de una vida humana, de un lado y del otro se busca sacar provecho, lograr algún rédito (por mínimo que sea) que lleve agua para los molinos de aquellos con intereses en juego.
Y entonces la gente discute, se desacredita, se insultan unos a otros y todo ello no hace más que evidenciar uno de los peores sentimientos del ser: La Miseria Humana.

Sir Richardson, Enero 19 de 2015, 20:02 hs.

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