La foto pertenece a las gloriosas noches del Rex, de Julio del 91’. A propósito de ellas, les dejo un compacto de la nota realizada por Marcelo Fernández Bitar para la Revista R&P (tal vez ahora algunos me crean cuando digo que fue el MEJOR RECITAL QUE VI EN MI VIDA).
“Estos GRAN REX permitieron poner en práctica ideas que hace tempo tenían ganas de llevar a cabo, como inundar la sala con BURBUJAS y hasta buscar una manera de transmitir que el escenario se funde con la platea, como el increíble desnivel con forma de PIRAMIDE. ..Si a eso se le suma un gran despliegue de sonido y luces (màs láser y proyecciones), un repertorio decididamente rockero (basta con decir que abrieron con ‘Hombre al agua’ y ‘Sin sobresaltos’) y un contundente trabajo del trío madre y el trío secundario (Andrea Álvarez, Tweety González, Daniel Melero), no es descabellado afirmar que el resultado fue una de las mejores presentaciones que Soda Stereo jamás haya hecho. El marco era verdaderamente IMPACTANTE…La impresión de verlos tan cerca casi hacía pensar que eran otra banda y otra música que la del trío que tocó tiempo atrás. Pero eran los mismos con una FUERZA y SOLIDEZ por entonces inimaginable. En este Soda de los 90, también hay lugar para los climas màs relajados, como demostraron con el cadencioso ‘UN millón de Años Luz” y luego con el atrapante ‘Canción animal’, donde Zeta invadió las frecuencias bajas con su stick y Charly sostuvo una endemoniada secuencia rítmica. Mientras, en la pantalla aparecían imágenes eróticas y números que desfilaban en un sinfín y que daban pie para ‘En el séptimo día’ (de gran zapada final con aire tropical)….El desenfreno se detuvo y llegaron ‘El rito’ y ‘Trátame suavemente’, sin Charly y con Melero y Zeta haciéndole coros a Gustavo. Después llegó la mejor parte del show con el estreno del alucinante ‘No necesito verte’ de un ritmo house que sobre el final se torna latinamente percusivo y que está armado con inesperada calidad y elegancia. Enseguida, sin Andrea ni Melero, ‘En el borde’ y ‘Final caja negra’ derrocharon poderío desde la guitarra de Gustavo. Tras semejante despliegue, era el momento para otra isla de tranquilidad, y así sonó ‘Corazón delator’, con los encendedores diciendo presente en una sala que tuvo a todo el mundo de pie durante todo el show. ‘No existes’, con su letra al mejor estilo The Wall (negándole la existencia a una persona con sólo apartar el brazo y gritar la frase del título) tuvo otro momento inspirado con el solo de guitarra y con ‘Lo que sangra’, le tocó el turno a Andrea para un especial lucimiento percusivo. Enganchado, sonó ‘En la ciudad de la furia’ (con el láser formando un cono que encerraba a Gustavo) y el momento solista de ‘Té para 3’: el telón se corrió, la pirámide quedó atrás y un Cerati acústico tocó y cantó con unas inflexiones ineludiblemente spinettianas. Luego, Charly esgrimió una larga introducción de batería para una nueva versión de ‘En camino’, cuyo final casi parecía un remix. El hit ’Música Ligera’ enloqueció al público y con ‘Cae el sol’ se creo un clima de constante in crescendo, hasta que el mismísimo Tweety agarró una guitarra y se sumó al frente. Momento de distensión con los Beatles y “She’s so heavy’, desembocando en un tremendo temblor que anunció el tramo final: ‘Cuando pase el temblor’, ‘Persiana americana’ y ‘Prófugos’. Hubo bises: el bellísimo ‘Signos’ (con larga intro de Gustavo, incluso tocando acostado sobre el desnivel) y una ‘Sobredosis de TV’ con bajo secuenciado. LO DICHO: SODA SE DIO UN GUSTO QUE SEGURAMENTE ARRASTRABAN DESDE VARIAS TEMPORADAS. LO HICIERON EN FORMA ESPECTACULAR y dejaron picando que en su encarnación 1992 habrá aún màs sorpresas. Eso sí, ¿adónde tocarán?”
“Estos GRAN REX permitieron poner en práctica ideas que hace tempo tenían ganas de llevar a cabo, como inundar la sala con BURBUJAS y hasta buscar una manera de transmitir que el escenario se funde con la platea, como el increíble desnivel con forma de PIRAMIDE. ..Si a eso se le suma un gran despliegue de sonido y luces (màs láser y proyecciones), un repertorio decididamente rockero (basta con decir que abrieron con ‘Hombre al agua’ y ‘Sin sobresaltos’) y un contundente trabajo del trío madre y el trío secundario (Andrea Álvarez, Tweety González, Daniel Melero), no es descabellado afirmar que el resultado fue una de las mejores presentaciones que Soda Stereo jamás haya hecho. El marco era verdaderamente IMPACTANTE…La impresión de verlos tan cerca casi hacía pensar que eran otra banda y otra música que la del trío que tocó tiempo atrás. Pero eran los mismos con una FUERZA y SOLIDEZ por entonces inimaginable. En este Soda de los 90, también hay lugar para los climas màs relajados, como demostraron con el cadencioso ‘UN millón de Años Luz” y luego con el atrapante ‘Canción animal’, donde Zeta invadió las frecuencias bajas con su stick y Charly sostuvo una endemoniada secuencia rítmica. Mientras, en la pantalla aparecían imágenes eróticas y números que desfilaban en un sinfín y que daban pie para ‘En el séptimo día’ (de gran zapada final con aire tropical)….El desenfreno se detuvo y llegaron ‘El rito’ y ‘Trátame suavemente’, sin Charly y con Melero y Zeta haciéndole coros a Gustavo. Después llegó la mejor parte del show con el estreno del alucinante ‘No necesito verte’ de un ritmo house que sobre el final se torna latinamente percusivo y que está armado con inesperada calidad y elegancia. Enseguida, sin Andrea ni Melero, ‘En el borde’ y ‘Final caja negra’ derrocharon poderío desde la guitarra de Gustavo. Tras semejante despliegue, era el momento para otra isla de tranquilidad, y así sonó ‘Corazón delator’, con los encendedores diciendo presente en una sala que tuvo a todo el mundo de pie durante todo el show. ‘No existes’, con su letra al mejor estilo The Wall (negándole la existencia a una persona con sólo apartar el brazo y gritar la frase del título) tuvo otro momento inspirado con el solo de guitarra y con ‘Lo que sangra’, le tocó el turno a Andrea para un especial lucimiento percusivo. Enganchado, sonó ‘En la ciudad de la furia’ (con el láser formando un cono que encerraba a Gustavo) y el momento solista de ‘Té para 3’: el telón se corrió, la pirámide quedó atrás y un Cerati acústico tocó y cantó con unas inflexiones ineludiblemente spinettianas. Luego, Charly esgrimió una larga introducción de batería para una nueva versión de ‘En camino’, cuyo final casi parecía un remix. El hit ’Música Ligera’ enloqueció al público y con ‘Cae el sol’ se creo un clima de constante in crescendo, hasta que el mismísimo Tweety agarró una guitarra y se sumó al frente. Momento de distensión con los Beatles y “She’s so heavy’, desembocando en un tremendo temblor que anunció el tramo final: ‘Cuando pase el temblor’, ‘Persiana americana’ y ‘Prófugos’. Hubo bises: el bellísimo ‘Signos’ (con larga intro de Gustavo, incluso tocando acostado sobre el desnivel) y una ‘Sobredosis de TV’ con bajo secuenciado. LO DICHO: SODA SE DIO UN GUSTO QUE SEGURAMENTE ARRASTRABAN DESDE VARIAS TEMPORADAS. LO HICIERON EN FORMA ESPECTACULAR y dejaron picando que en su encarnación 1992 habrá aún màs sorpresas. Eso sí, ¿adónde tocarán?”
No hay comentarios.:
Publicar un comentario